PROCESO DE TRABAJO

La pieza resultante es una reinterpretación del «Tesoro del Delfín,» marcada por la inclusión de elementos tecnológicos. La caja, lacada en granate para emular el terciopelo de los estuches del Tesoro, aloja camafeos digitales y espejos estratégicamente ubicados para ofrecer una experiencia interactiva a los visitantes. Ambos elementos buscan que los usuarios del museo se integren activamente en su experiencia, reflejándose en la pieza y convirtiéndose así en parte viva de la historia del Prado.

Los camafeos digitales, presentes en cada cara de la pieza, ofrecen una experiencia visual única al incorporar diferentes filtros. «Reflejos» evoca la exclusividad del Tesoro del Delfín, transportando a los visitantes a esa época a través de un cristal emblemático. «Glitch» sumerge a los espectadores en la era digital, mientras que «Elementos» aborda preocupaciones ambientales al representar elementos naturales como agua, fuego y aire.

Por último, «Caleidoscopio» ofrece una experiencia colaborativa, transmitiendo valores de solidaridad y diversidad. Estos filtros logran fusionar pasado y presente de manera excepcional.

Esta iniciativa no solo rinde homenaje al lujo histórico, sino que también democratiza la interpretación del arte, derribando las barreras jerárquicas y abriendo nuevas formas de participación en el Museo del Prado.

La pieza final es el resultado del compromiso con la excelencia que caracteriza a la ESDIR. La estructura, construida en madera, representa un fragmento de los cedros que decoraban la entrada de la escuela, estableciendo así un vínculo con la identidad de nuestra escuela.